Veda electoral en Costa Rica regirá a partir de Jueves Santo
La veda abarca también Internet, donde no se podrán divulgar publicaciones correspondientes a espacios pagados en sitios web o en redes sociales, como con ‘banners’ (pancartas).
Esa medida estará vigente hasta el día de las elecciones, que la ley electoral establece sea el primer domingo de abril, que este año es el día 1, el cual coincide con el Domingo de Resurrección, fin de la Semana Santa.
Sin embargo, el TSE precisa que esa prohibición exceptúa la divulgación de opiniones, comentarios o referencias a esos tipos de ejercicios que buscan medir la intención de voto y que son elaborados por entidades debidamente registradas ante la institución, cuyos resultados ya se hubieran difundido antes del comienzo de la veda.
También se excluyen la cobertura periodística de las elecciones y los debates entre los candidatos presidenciales y sus equipos.
El TSE solicita a la población consultar o denunciar si aprecia alguna anomalía a lo largo del proceso electoral.
Poco más de tres millones 322 mil costarricenses están convocados a las urnas para seleccionar al presidente y dos vicepresidentes de esta nación centroamericana para el período de mayo de 2018 a mayo de 2022, mismo padrón que en la primera vuelta, efectuada el 4 de febrero pasado.
Como ninguno de los 13 candidatos obtuvo el 40 por ciento necesario para proclamarse presidente electo, los dos aspirantes con mayor respaldo en las consultas; Fabricio Alvarado, del Partido Restauración Nacional; Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana, son quienes aparecen en las boletas de la segunda ronda.
Hasta ahora las encuestas favorecen a Fabricio, un predicador evangélico que ganó la primera vuelta gracias a su oposición al matrimonio igualitario, que ingresó intempestivamente en la campaña por una opinión consultiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a favor de la unión legal entre personas del mismo sexo.
Sin embargo, su ventaja sobre Carlos es mínima y podría ser revertida atendiendo a la postura que adopten los indecisos en el momento de marcar la boleta el Domingo de Resurrección.
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