Unicef. Guerra en Siria, una de una de las más brutales de la historia reciente
Ciudad del Vaticano
El UNICEF ha presentado los resultados de una encuesta de opinión realizada recientemente por Gallup International/ORB International, en la que se preguntó a sirios de Siria, Jordania y el Líbano cuáles eran los principales retos y preocupaciones que ellos y sus hijos afrontaban tras casi una década de iniciada la guerra.
El objetivo de la encuesta realizada a 3.500 sirios, según informa la agencia de Naciones Unidas, es dar voz a las familias sirias, poner de relieve las repercusiones de la guerra y el conflicto y ayudar a esbozar la mejor manera de responder a las necesidades que las familias han identificado para seguir adelante.
Principales preocupaciones: educación de los niños y pobreza
“En esta encuesta, los sirios nos cuentan cómo la guerra afectó directamente a sus vidas y a las de sus hijos y, simplemente, cómo sobrevivieron a una de las guerras más brutales de la historia reciente”, afirma Ted Chaiban, Director Regional del UNICEF en Oriente Medio y África del Norte. “Es obvio que las heridas son profundas y el impacto en la salud mental de los sirios es enorme. También sabemos por esta encuesta que la educación de los niños y la pobreza están entre las principales preocupaciones y desafíos”, añade.
Los resultados de la encuesta
Para todos los sirios entrevistados el precio más alto de la guerra en Siria lo han pagado los niños. La mayoría de ellos experimentaron el desplazamiento, las lesiones o la muerte de un ser querido en primera persona. El daño psicológico y el impacto en la salud mental se han identificado tan graves como las lesiones físicas. Se ha determinado que la educación es el mayor reto para las familias de Siria, seguido de la pobreza, el acceso a la atención de la salud y la atención a los huérfanos. Todas las personas entrevistadas identificaron como prioridad el regreso a la educación de los hijos. En algunas partes de Siria, más de la mitad de las personas entrevistadas dijeron que tenían por lo menos un hijo que no iba a la escuela, en comparación con aproximadamente un tercio de los refugiados sirios en Jordania y el Líbano.
La generosidad de los benefactores y las dificultades por la pandemia
Actualmente, alrededor de 2,8 millones de niños sirios no van a la escuela, pero casi 5 millones de niños de Siria y los países vecinos siguen teniendo acceso a la educación a pesar de las dificultades. Esto se debe en gran medida a los esfuerzos de los maestros, el personal escolar, los asociados en el territorio y el generoso apoyo de los donantes del UNICEF.
“Mientras se reúnen en Bruselas en otra conferencia por Siria, queremos agradecer a todos nuestros donantes su generosidad sin precedentes” afirma el Director Regional del UNICEF en Oriente Medio y África del Norte, destacando que esta generosidad “ha desempeñado un papel enorme en la ayuda a los niños sirios para que continúen su educación. Pedimos a nuestros benefactores que mantengan su generosidad con los niños de Siria y los países vecinos para que éstos puedan recuperar los años de educación perdidos o continuar su educación. Ahora, – agrega – con el COVID-19 interrumpiendo parcialmente la educación informal en algunos centros apoyados por el UNICEF, la financiación a gran escala es aún más crucial. Esto es fundamental para el futuro de los niños y el de Siria”.
Para seguir prestando asistencia a los niños sirios, el UNICEF necesita actualmente 682 millones de dólares para programas en Siria y en los países vecinos.