El COVID podría empujar a la pobreza a 49 millones de personas en el mundo
Ciudad del Vaticano
“La pandemia de COVID-19 es un problema de salud y crisis humana que amenaza la seguridad alimentaria y la nutrición de millones de personas alrededor el mundo”. Así lo explica el Informe de políticas sobre la seguridad alimentaria publicado recientemente por Naciones Unidas, que analiza el impacto de la pandemia del COVID-19 en el ámbito de la alimentación y la nutrición.
Evitar una emergencia alimentaria mundial
El documento refleja que cientos de millones de personas ya sufrían de hambre y la malnutrición antes de que el virus llegara y por lo tanto, si las autoridades competentes no hacen nada por remediar esta situación, podríamos encontrarnos ante una emergencia alimentaria mundial.
Por otra parte, se calcula que a largo plazo, los efectos combinados del COVID-19, así como las correspondientes medidas de mitigación y la emergente recesión mundial; podrían interrumpir el funcionamiento de los sistemas alimentarios, si no se lleva a cabo una acción coordinada a gran escala.
Hablamos de una situación alarmante “que podría tener consecuencias para la salud y la nutrición de una severidad y escala no vista durante estas últimas décadas”.
Nuestros sistemas alimentarios están fallando
Durante la presentación de dicho informe que tuvo lugar en junio de 2020, el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, afirmó de manera contundente:
“Nuestros sistemas alimentarios están fallando y la pandemia de enfermedad por coronavirus está empeorando aún más las cosas. Si no se toman medidas urgentes, la inminente emergencia alimentaria mundial podría tener repercusiones a largo plazo para cientos de millones de personas”.
49 millones de pobres más que el año anterior
Asimismo, los datos afirman que en la actualidad, unos 144 millones de niños menores de cinco años, es decir el 20% de los niños del mundo, tienen retrasos del crecimiento por desnutrición.
A esto se suma, la crisis del coronavirus que “podría empujar a la pobreza extrema a 49 millones de personas más este año y aumentará las cifras de hambre con gran velocidad”.
Finalmente, el Secretario General de Naciones Unidas, mencionó tres conclusiones del Informe: